sábado, 19 de septiembre de 2009

Los Diez Mandamientos para Arruinarte Por Donald R. Keough


Una de las empresas más conocidas del mundo es Coca-cola. Sus miles de productos están presentes en prácticamente todos los países del mundo y debido a su origen estadounidense han debido superar múltiples reticencias, las cuales han obligado a sus trabajadores a dar lo mejor de ellos mismos para vencerlas.

Donald R. Keough ocupó los puestos de Presidente y Director de Coca-cola durante más de 12 años (1981-1993), pese a que su relación con la compañía se remonta a 1950. Sintetizando su experiencia y decorándolo con anécdotas de su larga e intensa vida profesional nos presenta Los Diez Mandamientos para Arruinarte.

"Todos le tienen miedo al fracaso", dijo el ahora ex presidente de The Coca-Cola Company, Donald Keough, en una conversación con empresarios y académicos en Monterrey.

Pocos, aseguró el ahora consejero de la firma de inversión y bancaria Allen & Company, se dan cuenta de que sus prácticas diarias son las que los empujan a ello.

Entonces, Keough propone 10 consejos para fracasar publicados en su libro "Los Diez Mandamientos para Arruinarte".

Aquí están a continuación:

1. Deje de tomar riesgos

El primero y más importante es no arriesgarse. Para qué si las cosas ya funcionan bien. Ya lo dice el refranero: … que me quede como estoy. Seguro que la competencia tampoco invierte nada en desarrollo de nuevos y mejores productos.

2. Sea inflexible

"¡Ésta es la manera en que hacemos aquí las cosas, porque las hemos hecho así por tres generaciones!".

Es una frase favorita entre directivos, sostiene Keough. Hay que darle oportunidad a nuevas ideas.

3. Aíslese

Para qué juntarse con esa gente que no sabe nada de la empresa y encima tenerles que escuchar la sarta de sandeces que dicen, qué sabrán ellos. Mejor hablar con expertos y asesores externos

"¡Eso es tan fácil cuando te vuelves un 'big shot'!", exclama el director. En las empresas hay un piso especial para directores, sólo un selecto grupo de personal entra.

"Ellos te aman y piensan que eres perfecto, nunca traen las malas noticias y así te encierras en una pequeña burbuja".

Para contrarrestarlo, recuerda Keough, su estrategia era sentarse en el comedor de los operadores y preguntar ahí sobre lo que pasaba con la empresa.

"Me contaban sobre las máquinas que no servían, el dinero que se perdía y el jefe que no les hacía caso; yo luego iba a pedirle cuentas al director encargado".

Como nota, advierte el también amigo de empresarios como Warren Buffet y el extinto Eugenio Garza Lagüera, esta regla es válida también para la vida personal.

4. Asuma infalibilidad

"¿Cuándo ha escuchado que el director admita que se equivocó?", pregunta Keough. Nunca, porque es muy fácil nunca retar al CEO. Es difícil aceptar errores, pero al final es la única manera de sacar adelante una empresa.

5. Juegue cerca de la línea de faul.

Esto sucede cuando los directivos empiezan a pensar más en el mercado que en manejar el negocio. Es fácil dejarse influenciar por las posibilidades en el mercado, empezar a pedir más dinero y luego, suceden cosas como Enron, advierte Keough.

6. No tome tiempo para pensar

Manténgase ocupado, ocupado, ocupado con 60 mil millones de correos electrónicos cruzando el ciberespacio, y cientos de miles de millones de llamadas telefónicas.

"Cuando me tomo el tiempo para revisar el correo, muchas veces son pedazos de nada, no es información; nos dejarnos atrapar por la tecnología", lamenta Keough.

"Un día al año debería estar prohibido prender el celular", propuso Keough ante el aplauso de los consejeros del Tec de Monterrey.

7. Ponga toda su fe en expertos y consultores externos

Para que escuchar los sonidos de la empresa, mejor que alguien externo venga y me lo diga.

8. Ame su burocracia

Ponga a 10 burócratas en una oficina y de repente tendrá 20, asegura el director. Busque otras opciones. Warren Buffet dirige una empresa de 250 mil empleados y tiene 16 personas en su corporativo.

9. Mande mensajes encontrados

Además, con lo incierto que es el futuro, mejor estar a la defensiva y no ser claro. La ambigüedad siempre permite moverse hacia donde mejor nos conviene, llegando incluso bordeando la legalidad.

"Remodela esta planta, abre otra allá - pero no te pases del presupuesto", recuerda Keough haber escuchado de su jefe.

En la práctica hay que tomar decisiones y apoyarlas.

10. Téngale miedo al futuro

Estamos rodeados por "peores escenarios", dice Keough.

"En 1974, el mundo estaba preocupado porque la Tierra se iba a congelar". Pero en tiempos de incertidumbre, hay que tomar decisiones pensando en soluciones.

El pilón:

-Pierda su pasión por el trabajo y la vida.

-Nunca sea humilde.

Muy interesantes reflexiones de un gran ejecutivo, las cuales transmiten experiencia y know how para todos los sectores y tamaños de empresa.

Los buenos líderes tienen inteligencia, se puede confiar en ellos, creer en ellos y tienen pasión, energía y se preocupan por los demás.

"Los grandes líderes hacen que todo se vea simple".
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