lunes, 5 de octubre de 2009

Saber Decir, Saber Escuchar




“Un amigo, una persona que sea verdaderamente comprensiva, que se tome la molestia de escucharnos y considerar nuestros problemas, puede cambiar nuestra visión del mundo”
                                                                             Elton Mayo
La comunicación interpersonal eficaz y satisfactoria es una fuente importante de salud, de calidad de vida y de resultados positivos en general. Los conflictos en un área de relación con el cónyuge, en el trabajo, en la escuela, con los padres, pueden ser los detonadores de mas problemas.

No exageramos al afirmar que una comunicación inadecuada nos puede llevar hasta la muerte. Y que la empatía y la sintonía entre dos o mas personas puede conducirlas a enormes triunfos y satisfacciones.

El desarrollo de habilidades técnicas no resultara de gran valor si el individuo no sabe comunicarse con claridad o no practica el escuchar con efectividad o si, al relacionarse con los demás, crea conflictos con facilidad.

Convertirse en una persona completa requiere no solo la aplicación de destrezas en un área del conocimiento sino lograr encontrar respuestas a la necesidad profunda de ser con el otro.

Todos conocemos casos de personas de éxito en ciertas áreas pero quienes, por sus dificultades de comunicación, viven solas e infelices.

La comunicación pone a prueba en forma dinámica y complicada TODO lo que somos. Al comunicarnos mostramos nuestra actitud ante la vida, nuestros estados mentales y físicos, valores, sentimientos, barreras o capacidades de escuchar, expectativas, sueños y aun nuestros estados de sed o hambre en el momento presente, -estudios señalan que hay más probabilidad de conflicto entre las personas antes de comer-.

Veamos un ejemplo de lo que se acaba de comentar:

Alicia, una chica de 18 años, tiene serios conflictos con sus padres, quienes limitan su hora de llegada a casa los fines de semana. Ella quisiera hacerlo a las tres o cuatro de la mañana, mientras que ellos insisten en que no llegue después de la una. La tensión ha ido creciendo, y se suscita la siguiente conversación:

“Padres: En nuestros tiempos no llegábamos después de las doce.

Alicia: En sus tiempos no había tantas oportunidades de diversión como ahora.

Padres: Por lo mismo, actualmente hay mas peligros.

Alicia: Los peligros se dan las 24 horas.

Padres: Tu no entiendes lo afligidos que estamos.

Alicia: Si los entiendo, pero ustedes entiéndanme a mi.

Padres: Te entendemos pero es que tu no te das cuenta de los riesgos.

Alicia: Estoy harta de su desconfianza, creen que me voy a ir con el chavo en cualquier momento, verdad ?”
Al analizar esta conversación observamos que tras las palabras se ocultan miles de cosas mas, tal vez temores irracionales de los papas, o una secreta desconfianza real respecto a la relación de Alicia con su nuevo amigo, o ansiedad por controlar una situación que se sale de sus manos, o una interpretación equivocada de Alicia sobre la intención de sus padres o una combinación de todo ello.

Siendo un proceso tan definitivo y con tanto sentido para el ser humano, es de suma importancia conocer los elementos clave de la buena comunicación. Así podremos obtener de ella lo mejor en todos los niveles en que se incide.
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