domingo, 18 de abril de 2010

No sabe uno lo que tiene, sino hasta que lo pierde

Dos amigas se encontraban tomando un café y una le comenta en tono de queja a la otra:

"Mi mamá me llama mucho por teléfono para pedirme que vaya a platicar con ella. Yo voy poco y en ocasiones siento que me molesta su forma de ser. Ya sabes como son los viejos: cuentan las mismas cosas una y otra vez. Además, nunca me faltan compromisos: que el trabajo, que mi novio, que los amigos... ".

"Yo en cambio..." - le dijo su compañera - "...platico mucho con mi mamá. Cada vez que estoy triste, voy con ella; cuando me siento sola, cuando tengo un problema y necesito fortaleza, acudo a ella y me siento mejor. "

"Caramba ..." se apenó la otra "... Eres mejor que yo. "

Eso, no es Amor....


Mucho se habla sobre el amor, amistad y pasiones,
pero es bueno meditar también en lo que NO es Amor :

Si necesitas alguien para ser feliz,
eso no es amor..... Es carencia.

Predicando con el ejemplo


Cuentan que, en cierta ocasión,
llegó un misionero a un pueblo indígena.

Los habitantes del pueblo recibieron al
misionero con grandes atenciones y se
dispusieron a escucharlo.

Para ser un buen gobernante

En el siglo III después de Cristo, el Rey de un gran imperio envió a su hijo, el príncipe, al templo a estudiar con un gran maestro.

Debido a que el príncipe tenía que suceder a su padre como Rey, el gran maestro tenía que enseñar al muchacho los principios fundamentales para ser un buen gobernante.

Apenas el príncipe llegó al templo, el maestro lo envió solo al bosque, donde al cabo de un año, el joven muchacho tenía que volver al templo para describir el sonido del bosque.

Cuando el príncipe volvió, el maestro le dijo que describiera todo lo que había podido oír en el bosque:
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